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Foto del escritorAna Murillo Calderon

¿Quién es Yayoi Kusama? Y qué nos puede enseñar para aplicar en nuestra vida.


Pues te lo cuento, ya que es una de las artistas contemporáneas más importantes del momento. Japonesa, nace el 22 de marzo de 1929, tiene hoy 93 años y que no te engañe su edad, ya que sus diseños, activaciones y obras son vanguardistas a más no poder, además de buscar romper esquemas tradicionales.


Sus principales elementos son las esculturas y las instalaciones, donde se une el video, la moda, la pintura y las interacciones con la tecnología. No teme hablar de la sexualidad, los temas psicológicos, los cuales padece y los cuales son reflejados en sus obras en todo el mundo.


Tiene una formación clásica en el arte japonés llamado Nihonga, pero luego se traslada a Estados Unidos, donde logra consolidar su estilo único y sobre todo rebelde, cosa que admiro muchísimo en ella, adicional a todo su recorrido. Creo que su carácter y forma de actuar son muy relevantes para conectarse con el acto de rebeldía en si mismo, que te puede ayudar mucho a lograr cambios importantes, ya sea en tu vida personal o laboral. Acá te muestro lo que aprendí de estudiarla:


Lo que hace es un reflejo de lo que ella es, lo que piensa y siente.

Ella usa su ser como la fuente de su creatividad, no esconde sus vulnerabilidades al contrario las convierte en algo para compartir y para que la gente se relacione con ellas de una manera diferente. Si exploras su arte, incluso por internet, es como dar un paseo a su mente, es divertido y a la vez intrigante como todo eso habita en la mente de un artista. Su mente está enfocada en sus obsesiones, acumulaciones y repeticiones.


Buscó un espacio que fuera fértil para sus ideas.

Para ella, Japón se quedó pequeño, por uso buscó nuevos espacios donde sus ideas fueran más fértiles. El contexto en el que crecemos nuestro talento es muy muy relevante. De los temas más difíciles que componen su vida, salen sus ejercicios creativos más relevantes.




Ella no tuvo miedo de apoyarse en otras mujeres y admirarlas como forma de rebeldía al patriarcado japonés de esa época.

Esto fue gracias a un libro que consiguió en una pequeña librería, en donde se mostraba el trabajo de Georgia O’Keeffe, quién fue su gran inspiración. Le escribió una carta a esta maravillosa artista y fue ella quien la introdujo al mundo del arte y fue su mentora en ese camino de cambio.


Volver a empezar de cero es una opción.

En 1956 Kusama prendió fuego a todas sus obras hasta el momento y viajó a Estados Unidos para comenzar de nuevo. Después, cuando vuelve a Tokio a vivir en un hospital, vuelve a empezar y llega incluso mu momento más productivo en el arte.


Hay momentos en los que solo nos queda nuestra determinación.

Dejar todo a un lado, incluso las personas que no creen en tu talento es difícil, pero a veces el confiar en nuestro talento es lo que nos queda, por eso siempre debemos enfocarnos en amar lo que somos y lo que hemos logrado. Esto es un paso vital para prepararnos para el futuro.


Tener un sello distintivo.

Es muy importante pensar cómo queremos ser recordados, cuál es nuestro sello, como queremos que nos referencien. Esta búsqueda es algo que toma tiempo, no debe ser forzado, pero es importante para tu marca personal. Para Kusama son los lunares.



Nunca dejar de aprender.

Desde instalaciones físicas, hasta aplicaciones robóticas, No teme a la tecnología y a lo que se puede hacer con ella. Este es el reflejo del reciente trabajo en colaboración con Louis Vuitton. Kusama no deja de aprender, de explorar de buscar nuevas formas donde encajar. Nunca dejes de buscar y cambiar tu espacio en el mundo.



Perder el control con las emociones no es el fin del mundo.

Kusama pasó por muchos momentos en los que perdió el control de sus emociones, cuando Andy Warhol copió su trabajo, cuando se obsesionó por su trabajo… pero aun así nunca paró, siguió, porque a veces no hay más salida que ir hacia adelante.


Entregar el control.

Sus instalaciones dejan que sea el que las visita que escoja la experiencia, cede el control de sus obras a los espectadores, hace que seamos visitantes de su mente.


Nunca es tarde para comenzar.

A los 60 años su carrera tomó un nuevo rumbo y su fama creció gracias al reconocimiento de su arte. No pares de trabajar en lo que creas correcto, nunca sabes dónde ni cuándo sucederá el momento que esperas.


Espero que la vida de Yayoi Kusama te inspire tanto como lo hizo conmigo, recuerda que puedes pedir tus mentorías y talleres de equipos de alto rendimiento aquí.

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